lunes, 26 de agosto de 2019

Tras un hack cambia la pass

Ayer, 25/08, nos enterábamos vía redeszone que la empresa de alojamiento Hostinger había sido hackeada el pasado día 23, accediendo los atacantes a datos privados de sus 14 millones de usuarios (sí, yo tengo un par de webs alojadas con ellos…) Entre los datos robados figuran las cuentas de correo electrónico de acceso al servicio y las contraseñas, hasheadas, eso sí. Aún con todo, Hostinger ha reseteado las contraseñas de todos sus usuarios quienes nos hemos visto forzados a un cambio ¡Y digo c-a-m-b-i-o y no volver a poner la misma! ¿Por qué aconsejan siempre lo mismo cada vez que hay un hackeo de este tipo, o un leak (fuga) de información de bases de datos de hackeos?
Porque el ser humano es vago por diseño, y tendemos a usar la misma cuenta de correo y la misma contraseña para todos los servicios que empleamos ¿o me vas a decir que tus correos de acceso a Facebook, a Instagram, a Twitter son distintos al de Gmail que tienes en el móvil Android?. Con un poco de suerte haces lo que ¿recomiendan? De añadir al final de la misma contraseña la “fb” para Facebook, o “ig” para Instagram o… #OMG. Ya hablaré en otro momento de contraseñas…

miércoles, 14 de agosto de 2019

Ser noticia por ransomware: no, gracias

Un día cualquiera, laboral, en un mes casi cualquiera, julio por ejemplo. Suena el teléfono:
- Informática, buenos días
- Pedro (tienen mi extensión anotada en el post-it de turno) tengo un correo que me da “mal rollo”, que pone cosas raras y no entiendo qué dice ni si es para nosotros…
- ¡Tate quieta! No hagas nada que voy en un momento…
Dicho y hecho: al ordenador de marras a ver qué es lo que ha llegado al correo y que ha disparado las alarmas del usuario.
Y era lo que se podía esperar: un correo electrónico de un remitente desconocido con un mensaje redactado en un español “de traductor malo” urgiendo a resolver un problema con una entrega de mercancías y aduanas de por medio, acompañado por un adjunto en ¿.pdf?
No pintaba bien.