miércoles, 28 de julio de 2010

¡¿Era eso?!

- … poyaquestamos hablando por teléfono me acabo de acordar que tenía que llamarte porque he comprado una tarjeta SD para ampliar la memoria a ese mp4 (que también dio problemas) y poder grabarme un par de películas ¡y no he podido! En el lector de tarjetas del PC de casa no “veo” la tarjeta, pero en el portátil sí.¿?
- Vale, típico. Dime qué es lo que pone en la pegatina de la tarjeta: ¿SD o SDHC? Porque las “antiguas” son sólo SD, Secure Digital, y las leen todos los lectores (salvo los averiados, claro), y las SDHC son unas SD “gran capacidad” (High Capacity) de más reciente aparición y con una técnica de fabricación que hace que los lectores antiguos NO las lean.
- No, no, pone sólo SD 2GB. Y ahora sí la reconoce el ordenador…
- ¿?
- … pero ahora intento copiar y pegar la película y no me deja. Pone algo así como que no permite copiar (pero en palabros extranjeros)
- ¡! Vale, saca la tarjeta. ¿Ya? Ahora mírala de frente con la esquinita cortada arriba y a la izquierda. Al lado derecho tiene como un rebaje y una pequeña pieza de plástico que estará abajo ¿verdad? Pues sube esa pieza, mete la tarjeta en el lector y prueba a grabar la película de nuevo.
- ¡Bien! Ya he podido. ¿Era eso? ¿Qué es?
- Te acuerdas de aquellas viejas cintas de casette a las que quitabas la pestaña para que no se pudiera volver a grabar en ellas y a las que poníamos un trozo de cinta de celo para regrabar? Pues esta pestañita hace la misma función.
- Grrrrr. Habrás pensado que soy…
- No, yo de alicatar cocinas (de entre otros mil millones de cosas) no tengo ni papa, y no creo que por eso pienses que soy…

martes, 13 de julio de 2010

¡Mi ratón no funciona!

“”Posyaquestasaquí” podías mirarme este ratón, que funciona a saltos” me decían ayer cuando estaba comprobando una avería. Como siempre; sin problema.
Y empezamos con el protocolo: ¿has limpiado la bola y los rodillos interiores? ¿Has limpiado la alfombrilla?
- ¡¡Es óptico!!, me contestan.
- Vale. Insisto, ¿has limpiado la alfombrilla? Espera, quita la alfombrilla esa tan maravillosa que tienes y pon una hoja de papel. ¿Qué tal funciona ahora?
- Estupendo, genial. ¿Qué le pasa a la alfombrilla?
- Nada, que es muy bonita, muy de diseño publicitario, muy brillante… Y es ese plástico brillante de la superficie el que hace que la luz del ratón se refleje de formas “raras” y el sensor óptico del ratón funciona como funciona. Así que, o das la vuelta a la alfombrilla, o dejas la hoja de papel o simplemente usas la superficie de la mesa (que no sea de cristal, claro está).

lunes, 12 de julio de 2010

¿Por qué va tan lento mi ordenador?

Esa pregunta me llevó toda la mañana del domingo pasado, sentado frente a un ordenador lleeeeno de programas, sus actualizaciones, sus versiones superiores e inferiores…
En total, casi 90 servicios corriendo en segundo plano de los que a buen seguro con la mitad bastaría. Pero, claro ¿alguien te ha contado que cada programa que instalas “decide” que es imprescindible para tí y que lo vas a emplear cada vez que enciendas el ordenador, por lo que es vital que, como poco, cargue en el inicio una especie de “arranque rápido” que lo único que hace es consumir memoria?
Que sí, que es así. Y por poca memoria RAM que consuma y por mucha que tengamos (¿quién no tiene hoy 4 GB?) es del todo absurdo que tengamos ese gasto de recursos, que a la larga lo que hace es ralentizar el ordenador.
Así que ya sabéis lo que toca: instalar lo que realmente vayamos a necesitar y emplear, leer todos los mensajes que nos van saliendo durante la instalación (¿realmente es necesario instalar la barra de exploración de cualquier buscador cuando instalamos, por ejemplo, Adobe Reader?) y asegurarnos de que se desinstala la versión anterior del programa que ¿necesitamos? actualizar.
Además, casi todos los fabricantes nos dejan instalado en los equipos una magnífica suite de “utilidades” de dudosa utilidad, que nadie emplea porque al final somos animalitos de costumbres y cuando cambiamos de equipo seguimos usando los mismos programas.
En conclusión, tras varias horas de trabajo, un par de cervezas fresquitas, aperitivo, comida y café, el equipo quedó
“rebajado” en más de un treinta por ciento de servicios inútiles, despejado de programas inútiles y limpio de bichitos de costumbres licenciosas, con lo que algo más ligero va, aunque no “vuele” ;)
¡Ah! Y yo soy uno de esos dos o tres que aún quedan y que no tiene un procesador n-cientos-core y puf-mil GB de RAM y discos duros de, por lo menos, PetaBytes de capacidad (el que no sepa lo que es, a la Wikipedia).
¡Hasta la próxima!

viernes, 2 de julio de 2010

¡Ojo al apagar el equipo!

Algo que parece tan tonto y tan sencillo como es apagar el ordenador nos puede dar más de un disgusto si no lo hacemos como hay que hacerlo. ¿Y cómo es? Pues como todo el mundo sabe, pero sin prisas, o sea, sin “tirar del cable” para terminar antes.
Y lo cuento porque hace muy pocas fechas llegó a mis manos un ordenador que no arrancaba: empezaba como siempre hasta que aparecía la ventanita con la bandera de Windows y la barra de carga con barritas verdes de debajo. Estas barritas hacían el recorrido completo varias veces y después… ¡vuelta a iniciar el ordenador!
Cuando me lo dejaron pensábamos que se trataría de algún virus, troyano o bicho dañino que había entrado ¡cómo no! gracias a ese adolescente que se conecta al Messenger, Facebook o similar (no dejéis de mirar el post anterior con el adjunto fotos05/06). Pero no. Tras la desinfección oportuna, que dicho sea de paso no mostró bicho alguno (¡bien por el antivirus!), empezaron las tareas de investigación y sonsacamiento de información a los “mayores” de la casa: … humm, a lo mejor es que el otro día, como tenía prisa, no esperé a que se apagara el ordenador del todo y apagué desde el botón de la base múltiple…
Ahí está. Un ordenador personal necesita un tiempo para ponerse en marcha (ahí no podemos hacer gran cosa, aunque algo sí se puede aligerar), y necesita igualmente su tiempo para apagarse. Del mismo modo que al encenderlo comienza un protocolo de arranque de servicios (cosas que tienen que estar en marcha para que nosotros podamos usarlo) al apagarlo esos servicios tienen que detenerse, ya que de lo contrario nos podemos encontrar con que algún fichero fundamental, del registro en esta ocasión, se corrompe y el equipo puede presentar un funcionamiento incorrecto… o no arrancar directamente.
Así que, si bien está el seguir las pautas de no dejar aparatos electrónicos en modo de espera para ahorrar energía eléctrica, mejor está el apagarlos debidamente, al menos para ahorrarte quebraderos de cabeza. Y para otro día dejamos el porqué de ése tiempo para el arranque de procesos del PC y el porqué de desenchufar el cable de corriente tras apagar el ordenador.
¡Buen fin de semana!