Me he permitido la licencia de modificar ligeramente la celebérrima
expresión debido a que por fin he conseguido quitar de en medio uno de
los pocos lazos que aún me ataban, siquiera parcialmente, a Windows.
Desde hace mucho, mucho tiempo hay un par de aplicaciones de Windows a
las que aún no había encontrado sustituto plenamente operativo en Linux:
Microsoft Money e Irfan View. Son un gestor de finanzas personal y un
visor de imágenes con alguna funcionalidad añadida (de hecho, muchas). Y
aunque he probado posibles sustitutos no había encontrado ninguno que
me “llenase” del todo, así que seguía aún atado a ellas… ¡hasta ayer!
Había leído también, largo y tendido sobre la posibilidad de correr bien
todo un sistema operativo Windows sobre Linux -léase máquina virtual- o
bien sólo aplicaciones -léase Wine-. La primera opción la descarté de
inmediato: es un elevado consumo de recursos de máquina para correr unas
aplicaciones que para nada son imprescindibles, y la segunda opción se
mantenía ahí, tras la mata, a la espera de tomar una decisión tras
informarme.
Y el tiempo pasaba… y pasaba… y no tomaba la decisión, hasta que ayer,
sin planificarlo en absoluto hice de “windowsero” e instalé Wine
directamente desde el gestor de aplicaciones de mi Ubuntu 10.04 que
tengo instalada en el portátil. Aplicaciones -> Centro de software de
Ubuntu y en la ventana de búsquedas “wine”. Intro, botón instalar… ¡y a
brindar con una copa de Wine! (tinto, dicho sea de paso): la “capa de
compatibilidad con Microsoft Windows, versión beta” corre a toda
velocidad y ejecuta sin problemas tanto Money como IrfanView. ¿Más
aplicaciones? Supongo que sí, simplemente será ir probando, pero de
momento tengo cuanto necesito.
Tan sencillo como eso. ¿Alguien más se apunta?
Un cordial saludo,
petrux
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