jueves, 18 de octubre de 2018

De cuando un profe vale más de lo que cuesta


Mucho tiempo ha que no subía nada al blog, pero algo ocurrido esta semana me ha “obligado” a volver para contarlo y romper una lanza a favor de esos profesores que además de estar “enamorados” de su asignatura son capaces de transmitir ese entusiasmo a sus alumnos. Y ya cuando hablamos de profesores TIC la cosa se pone interesante. Al lío.
Hace unos días me llamó mi hijo pequeño (4º de la ESO):

- Papá: el profesor de TIC nos ha dicho que la última actualización de Windows 10 borra archivos del ordenador ¿lo sabías?
- Sí, cariño, lo he leído (en Internet). ¿Por?
- Porque mi portátil tiene Windows 10 ¿me he quedado sin ficheros?¿qué pasa con mis trabajos, mis juegos, la página web que estoy diseñando…?¿Qué puedo hacer?
- Es fácil: desconecta el portátil de la red (tira del cable Ethernet o apaga la WiFi de casa) y haces una copia de la carpeta Mis documentos, Descargas, Música y Vídeos en un disco duro… Pero no te alarmes innecesariamente, ya que no ha afectado a todos los usuarios: probablemente haya sido solo a unos cuantos, pero si pasa de un porcentaje -que suele ser pequeño- se disparan las alarmas.
- Vale. Se lo diré a mamá también… pero se lo haré yo. ¡Gracias!
Y ahí se quedó la conversación.
Ayer me volvió a llamar.
- Hola papá. ¿Sabes? He hecho copia de todas mis cosas importantes del ordenador en mi cuenta de Drive, pero no he echado en falta ningún archivo…
- Estupendo cariño. Muy bien hecho. Por cierto ¿has mirado lo de la PS4?...
Parece una tontería ¿verdad? Pero ¿cuántas veces no hemos intentado que un usuario “de a pie” haga copias de seguridad de sus datos? Y ya no menciono lo importante que es para una empresa, negocio, pyme o lo que sea…, ni voy a entrar a discutir sobre lo seguros o privados que son esos datos subidos a la “nube” de Google. Eso queda para más adelante, como lo de cifrar el contenido antes de subirlo, o tener un disco duro externo o un NAS para guardarlo también cifrado preferiblemente… No, eso estoy seguro de que llegará, pero demos tiempo al tiempo.
Mientras llega me quedo con lo fácil que le ha resultado a este profesor, Rafa, convencer al menos a uno de sus alumnos, lo que su padre – algo versado en este campo – no había logrado.
Sea éste, pues, mis sencillo tributo a esos profesores capaces de transmitir algo más que conocimientos de la asignatura que imparten: son capaces de transmitir ilusión por adquirirlos; y cuando el “profe de TIC” es “profe de TIC” lo demás viene de la mano.
Gracias, Rafa; gracias “profes”.

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