Se acabó el café, con bollería de @productoscodan (benditas conchas de chocolate que llevan años ayudándonos a superar momentos de gusa…) ya que los de los “tigretones” no se estiraron. Peor para ellos: no deben haber visto películas de “frikis” en las que los “hackers” sobreviven a base de dulce para mantener el coco en marcha… Pérdida de cuota de mercado. Snif!
Pero como no hay mal que cien años dure, las lágrimas apenas tuvieron tiempo de tocar el suelo pues teníamos a Pablo SanEmeterio y Jaime Sánchez "afilando" las uñas para hacernos dudar de la seguridad de las aplicaciones móviles.
¿Aplicaciones móviles seguras?
Empezaron aclarándonos que la privacidad en los dispositivos “powered by” Android es mala: basta con comprobar qué permisos damos a las aplicaciones cuando las instalamos. Todos los que nos piden, ya que de lo contrario la instalación se aborta. Todo o nada, sin medias tintas; ¿o acaso no acabáis de entender que es imprescindible que la “linterna de Android” -que se limita, dice, a encender el led de la cámara de fotos- tenga acceso a la libreta de direcciones, a enviar SMS, a…? Pues está meridianamente claro… ¿o necesitas más luz?